jueves, 15 de noviembre de 2018

La máquina del tiempo

 La descripción tan diminuta de la maquina del tiempo es perfecta ya que permite al lector viajar en su imaginacion.

Al nivel personal lo que me gustaria entender es como Herbert, logro descrivir la teoria de la relatividad antes que Albert Einstein, y para todos los que os pregunteis si creo que la novela puede estar relatando una informacion que pudo haver pasado. La respuesta es si, hay muchas cosas en el libro que superan a la imaginacion 


Sinopsis

Ante el escepticismo de sus amigos, un científico de finales del siglo XIX logra descubrir las claves de la denominada «cuarta dimensión» (el Tiempo) y construye un vehículo que le permite viajar físicamente a través del mismo. Mientras tanto sus amigos se reúnen en su casa, pero en una ocasión el anfitrión no aparece. Luego de esperar un rato, sus amigos lo ven entrar en un estado calamitoso. Les cuenta la historia de cómo viajó a través del tiempo: con la intención de conocer el futuro de la humanidad se desplazó hasta el año 802.701, pero lejos de encontrar una sociedad en la plenitud de su desarrollo, ve un mundo en decadencia habitado en su superficie por unos seres hedonistas (los Eloi), pero sin escritura, inteligencia ni fuerza física. El Viajero supone que así debió de terminar la humanidad tras resolver todos sus conflictos existenciales, sin embargo, poco después descubre que estos seres viven con un inmenso miedo al subsuelo y a la oscuridad. El subsuelo está dominado por unas siniestras criaturas, los Morlocks, otra rama de la especie humana que se ha habituado a vivir en las tinieblas y sale de noche para alimentarse de los Eloi que captura. Tras hacer algunas exploraciones por los alrededores a su llegada al futuro, vuelve al lugar donde dejó la máquina del tiempo, pero ya no está; más tarde se percatará de que los Morlocks la han encerrado en el pedestal de una estatua que representa a una Esfinge situada en el lugar donde apareció el Viajero del tiempo. Hace todo lo posible para encontrar un modo de recuperarla, y se encuentra con una enorme construcción, el Palacio de Porcelana Verde, un museo en ruinas. Allí recoge herramientas para abrir las puertas de bronce del pedestal de la estatua de la esfinge, pero cuando vuelve descubre que ya está abierta. Entra en ella, encuentra su máquina, y descubre que todo fue una trampa, pero escapa con su máquina antes de que los Morlocks lo capturen. Tras abandonar esta era, el protagonista continúa su viaje avanzando aún más en el tiempo hasta llegar a la desaparición de la vida en el planeta Tierra y, finalmente, la extinción del propio Sol. Exhausto y atemorizado, vuelve a su época y le cuenta la historia a sus compañeros. Nadie cree su historia, pero el narrador regresa al día siguiente y ve cómo el viajero toma ciertas cosas de su laboratorio (entre ellas una cámara) y parte hacia el futuro. El narrador, presente en la fuga del Viajero, comenta que aquello ocurrió hace más de tres años. Al final del relato afirma que continúa esperando al Viajero.