Hola compañer@s del Ciberespacio, hoy os quiero comentar sobre este libro El espejismo de Dios por Richard Dawkins.
Espero que os guste
Título de la
obra: El espejismo de Dios
Título
original: The God Delusion
Nombre del
Autor:
Richard Dawkins
Idioma
original: Ingles
Genero: Crítica de la religión, del ateísmo.
Editorial: Tantor
Audio
Año de edición
Actual: 2008
Años de las
ediciones 2008
Año de
lectura: 2018
Información adicional:
Quiero
dejar claro que mi opinión sobre este libro y su autor no esta basada en mi opinan
religiosa, si no en un pensamiento crítico, entiendo lo que el escritor trata
de hacer con su crítica, pero puedo ver que a la misma vez él está intentando
dejar las base para una nueva organización a escala internacional de la que él estaría
en una posición muy alta en la organización, nada encontrar, pero no me puedes
criticar la adoctrinamiento de la mayoría de las religiones (pero él solo se
enfoca en la que tiene raíces en el cristianismo, muy conveniente) pero ofreciendo
un nuevo adoctrinamiento en el ateísmo, en vez de promover un pensamiento libre.
Al
leer su libro puedes ver su resentimiento a Dios, cuando el mayor problema son
los seres humanos que enmascaran sus ambiciones en la palabras de Dios y usan
la religión como una herramienta paras sus fin de control.
Supongo
que ya sabéis que no me ha gustado este libro, pero ha sido interesante leerlo.
Resumen de la
obra:
Los
ateos deben estar orgullosos y no compungidos, debido a que el ateísmo es una
prueba de tener una mente saludable e independiente.
Cap.
1. Un no creyente profundamente religioso
Dawkins
comienza observando que algunos comentaristas han encontrado su entusiasmo por
la ciencia hasta ser casi religiosos, pero se pregunta: «¿Es “religión” una
buena palabra para esto?». La sobrecogedora complejidad de la naturaleza es lo
que él llama «religión einsteiniana», refiriéndose al uso que Albert Einstein
hacía de la palabra «Dios» como una metáfora para la naturaleza de los
misterios del universo. Sin embargo, lamenta que muchos científicos usen la
palabra «Dios» en su sentido panteísta y poético7
debido a la confusión que esto causa.
En
su lugar, focaliza su crítica en la creencia de un «creador sobrenatural que es
apropiado para ser adorado por nosotros» Mientras que Dawkins tiene respeto por
la religión einsteiniana, no muestra respeto por la religión convencional.
Mantiene que a la religión le ha sido dada una privilegiada e inmerecida
inmunidad contra las críticas, citando a Douglas Adams para ilustrar esta
opinión:
La
religión [...] tiene ciertas ideas de lo que nosotros llamamos sagrado o santo
o lo que sea. Esto significa que «aquí tienes una idea o una noción a la que no
se te está permitido decir nada malo acerca de ella; tan sólo NO PUEDES. ¿Por
qué no? ¡Porque no! Si alguien vota por un partido con el que no estás de
acuerdo, eres libre para discutir todo lo que quieras. Todo el mundo ha tenido
una discusión alguna vez, pero nadie se siente agraviado por ello. Pero, en
cambio, si alguien te dice: «Yo no voy a pulsar un interruptor de la luz un día
sábado», tienes que responder: «Yo respeto eso».
Dawkins
prosigue con una lista de ejemplos en los que la religión tiene un estatus
privilegiado, como la facilidad para ganar el estado de objetor de conciencia;
el uso de eufemismos para los conflictos religiosos; excepciones varias de la ley;
y la polémica de las caricaturas de Mahoma.
Cap.
2. La hipótesis de Dios
Dawkins
comienza el capítulo 2 describiendo a Yahvéh, el dios del Antiguo Testamento
como «posiblemente el personaje más desagradable de toda la ficción. Celoso y
orgulloso de ello, un mezquino, injusto e implacable enloquecido fuera de
control, un vengativo limpiador étnico sediento de sangre, un misógino,
homófobo, racista, infanticida, genocida, filicida, repartidor de plagas,
megalómano, sadomasoquista, caprichoso y malévolo matón».
Continúa
sugiriendo que la hipótesis de Dios («existe una inteligencia supernatural y
superhumana, quien deliberadamente diseña y crea el universo y todo lo que hay
en él, incluyéndonos a nosotros»,) es «una hipótesis
científica como cualquier otra», la cual debe ser
tratada con el mismo escepticismo que cualquier otra hipótesis.
Dawkins
cree que el concepto de Stephen Jay Gould de non-overlapping magisteria
(‘magisterios no superpuestos’, es decir, la idea de que una coexistencia entre
ciencia y religión es posible, puesto que se ocupan de áreas diferentes), no
puede usarse para defender a los teólogos de las críticas por parte de los
científicos.
El
agnosticismo imparcial implicaría que no se puede decir nada acerca de la
probabilidad de la existencia de Dios, una posición que Dawkins sugiere que es
incorrecta.
Dawkins
además argumenta, siguiendo a Bertrand Russell (1872-1970), que aunque «no se
puede refutar la existencia de Dios» también es imposible refutar la existencia
de la Tetera de Russell, los unicornios, el Monstruo Spaghetti Volador y el
Ratoncito Pérez. Por lo tanto, la incapacidad para refutar la existencia de
Dios no nos suministra una razón positiva para creer. Más bien, Dawkins
argumenta que el deber de la prueba está por encima de la defensa de la
existencia de Dios.
Cap.
3. Argumentos a favor de la existencia de Dios
En
el capítulo 3, Dawkins enfoca su atención hacia los principales argumentos
filosóficos en favor de la existencia de Dios. Discute las «cinco vías» de
santo Tomás de Aquino, argumentando que las tres primeras están todas basadas
en regresiones infinitas y «es debido a que claramente no significa que Dios
provea un exterminador natural a las regresiones».
Sugiere
que la cuarta vía de Tomás de Aquino, la vía de los grados de perfección, es
«fatua» con el objetivo de la objeción de recargo de un «preeminente canalla
sin igual».
Reserva
la quinta vía, Vía del orden cósmico, para una posterior discusión en el
siguiente capítulo, lo que él considera su refutación definitiva.
También
reduce el argumento ontológico de Anselmo de Canterbury a un «lenguaje de patio
de colegio» y esencialmente emplea los reparos estándar ya
utilizados por Immanuel Kant (1724-1804). Además descarta el argumento de la
belleza como «no explicado por sus defensores».
Sobre
el argumento de experiencia religiosa, apunta que algunas de estas son
ilusiones debidas a la fuerte complejidad de la mente humana como simulador.
Sobre los argumentos de las Escrituras, sugiere que «los Evangelios son ficción
antigua» y son históricamente inexactos. Sobre el argumento de «admirados
científicos religiosos», afirma que son una minoría.
En
lo relativo a la apuesta de Pascal (si uno es ateo, pero Dios no existe, no
sucederá nada, pero si uno es ateo y Dios existe, uno irá al infierno), Dawkins
cuestiona las suposiciones de que uno simplemente decide creer y Dios
recompensa la fe más que la virtud o la búsqueda de la verdad, y se pregunta si
Dios no respetaría a Bertrand Russell por su valiente escepticismo mucho más
que lo que respetaría a Blaise Pascal por su cobarde evasiva.
Finalmente
aborda los argumentos basados en la inferencia bayesiana promovidos por gente
como Stephen Unwin, y sostiene que estos son casos de «basura entra, basura
sale»
Cap.
4. Por qué es casi seguro que no hay Dios
Dawkins
declara en el capítulo 4 que la evolución por selección natural puede servir
para demostrar que el argumento del diseño está equivocado. Sugiere que un
hipotético diseñador cósmico, requeriría, incluso, una mayor explicación que el
propio fenómeno que intenta explicar, y como cualquier teoría que explica la
existencia del universo debe ser una "grúa", algo equivalente a la
selección natural, antes que un gancho colgado del cielo que meramente pospone
el problema. Usa el argumento de la improbabilidad, para lo cual introduce el
término «truco del Boeing 747 definitivo», para sugerir que «Dios casi con
seguridad no existe»: «Sin embargo, si es estadísticamente improbable lo que
intentas explicar mediante un diseñador, el diseñador en sí mismo es más
improbable aún. Dios es el Boeing 747 definitivo».
La
referencia al Boeing 747 alude a una afirmación (conocida como «falacia de
Hoyle») hecha por el astrofísico británico Fred Hoyle (1915-2001): «La
probabilidad de que se originara vida en la Tierra no es mayor que la
probabilidad de que un huracán pasando por un desguace consiga ensamblar un
Boeing 747».20 Dawkins objeta que este argumento está hecho por
«alguien que no entiende lo que es la selección natural». Afirma que los
organismos vivos no se han desarrollado de un solo paso, sino a través de
pasos acumulados a través de millones de años.
Un
tema habitual en los libros de Dawkins es la selección natural, la cual es
responsable de la evolución de la vida, y la aparente improbabilidad de la complejidad
de la vida no implica que sea una prueba de que esté diseñada por un diseñador.
Aquí fomenta este argumento presentando ejemplos de aparente diseño.
Dawkins
concluye el capítulo argumentando que este «truco» es un argumento muy serio
contra la existencia de Dios, y que él está aún esperando escuchar a «un
teólogo dando una respuesta convincente a pesar de las numerosas oportunidades
e invitaciones para hacerlo». Dawkins informa que Daniel Dennett lo llamó «una
refutación irrefutable» que data de hace dos siglos.
Cap.
5. Las raíces de la religión
El
capítulo 5 explora las raíces de la religión y por qué la religión es tan
omnipresente a través de todas las culturas humanas. Dawkins aboga por que la
«teoría de que la religión es un subproducto accidental, un tiro errado de algo
útil». y pregunta si la teoría de los memes, y la suceptibilidad humana hacia
los memes religiosos en particular, funcionarían para explicar cómo la religión
se extiende como un virus para la mente a través de las sociedades.
Cap.
6. Las raíces de la moralidad: ¿Por qué somos buenos?
En
el capítulo 6, Dawkins gira su atención hacia el asunto de la moralidad,
argumentando que no necesitamos la religión para ser buenos. En vez de esto,
mantiene que nuestra moralidad tiene una explicación darwiniana: genes
altruistas han sido seleccionados a través del proceso de nuestra evolución y
que poseemos empatía natural.
Cap.
7. El 'Buen' Libro y la moral cambiante Zeitgeist
El
siguiente capítulo continúa con el tema de la moralidad, afirmando que hay una
moral Zeitgeist que continuamente evoluciona en la sociedad, a menudo en
oposición a la moral religiosa, la cual Dawkins siente que a menudo está
pervertida y embrutecida. Aporta ejemplos de moral religiosa de la Biblia para
ilustrar lo que él ve como barbarismo.
Cap.
8. ¿Qué le pasa a la religión? ¿Por qué ser tan hostiles?
En
el capítulo 8, Dawkins gira hacia la cuestión de por qué se siente tan hostil
hacia la religión, argumentando con ejemplos en los que la religión se rebela
contra la ciencia, fomenta el fanatismo, alienta la intolerancia contra los
homosexuales e influye a la sociedad de otros modos negativos.
Dawkins
afirma que los predicadores de partes del sur de los Estados Unidos usaron la
Biblia para justificar la esclavitud, clamando que los africanos eran
descendientes del hijo pecador de Abraham. Durante las Cruzadas, los «paganos»
y los «herejes» que no se convertían al cristianismo eran asesinados, y otros
ejemplos similares.
Cap.
9. Infancia, abuso y cómo escapar de la religión
Una
de esas maneras es el adoctrinamiento de los niños, un tema al que Dawkins
dedica el capítulo 9. Él iguala el adoctrinamiento religioso de los niños por
los padres y profesores en las escuelas religiosas con una forma de abuso
mental.
Dawkins
quiere que la gente se avergüence cada vez que alguien hable de un «niño
musulmán» o un «niño católico», preguntándose cómo a un niño se le puede
considerar lo suficientemente desarrollado para tener una visión independiente
del cosmos y del lugar de la humanidad en él. Por contraste, Dawkins apunta que
ninguna persona razonable hablaría de un «niño marxista» o un «niño
republicano».
Cap.
10. ¿Un vacío muy necesario?
El
último capítulo se pregunta que sea cual sea la religión, a pesar de los
problemas alegados anteriormente, llena «un hueco muy necesario», dando
consuelo e inspiración a las personas necesitadas.
Según
Dawkins, estas necesidades se satisfacen mucho mejor mediante maneras no
religiosas, como la filosofía y la ciencia. Argumenta que una visión del mundo
atea sirve para reafirmar la vida en un modo que la religión, con sus
«respuestas» insatisfactorias a los misterios de la vida, nunca podrá serlo.
Apéndice
Un
apéndice de organizaciones y direcciones útiles para aquellos que «necesiten
apoyo para escapar de la religión», por países.