Azeroth está muriendo.
La Horda y la Alianza derrotaron a la demoníaca Legión Ardiente, pero una terrible catástrofe se está desarrollando en las profundidades de la superficie del mundo. Hay una herida mortal en el corazón de Azeroth, golpeada por la espada del titán caído Sargeras en un acto final de crueldad.
Para Anduin Wrynn, rey de Ventormenta, y Sylvanas Brisaveloz, jefa de guerra de la Horda y reina de los Renegados, hay poco tiempo para reconstruir lo que queda y menos aún para llorar lo perdido. La devastadora herida de Azeroth ha revelado un material misterioso conocido como azerita. En las manos adecuadas, esta extraña sustancia dorada es capaz de increíbles proezas de creación; en los incorrectos, podría producir una destrucción impensable.
Mientras las fuerzas de la Alianza y la Horda se apresuran a descubrir los secretos de la azerita y curar al mundo herido, Anduin pone en marcha un plan desesperado destinado a forjar una paz duradera entre las facciones. La azerita pone en peligro el equilibrio de poder, por lo que Anduin debe ganarse la confianza de Sylvanas. Pero, como siempre, la Dama Oscura tiene sus propias maquinaciones.
Para que la paz sea posible, es necesario poner fin a generaciones de derramamiento de sangre y odio. Pero hay verdades que ninguna de las partes está dispuesta a aceptar y ambiciones a las que se resisten a renunciar. Mientras la Alianza y la Horda se aferran por igual al poder de la azerita, su conflicto latente amenaza con reavivar una guerra total, una guerra que significaría la perdición para Azeroth.
Este libro es muy bueno.
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