Es una obra monumental que replantea profundamente lo que creíamos saber sobre los orígenes de la humanidad. Basándose en investigaciones revolucionarias en arqueología y antropología, los autores desmontan la narrativa tradicional que retrata a nuestros ancestros como simples o brutales, y presentan una historia más rica, diversa y llena de posibilidades.
Lo que más me atrajo fue cómo este libro ofrece un contrapeso valioso a Sapiens: De animales a dioses de Yuval Noah Harari. Mientras Sapiens plantea una historia evolutiva casi inevitable, en la que el progreso conlleva jerarquía y opresión, Graeber y Wengrow muestran que nuestra historia no es una cadena de consecuencias ineludibles. Al contrario, la humanidad ha sido creativa, plural y capaz de elegir caminos distintos.
Más que una revisión histórica, este libro es una invitación a pensar en libertad: sobre cómo podríamos reorganizar nuestras sociedades hoy, inspirados por la diversidad de formas que existieron en el pasado.
Al rescatar las críticas indígenas al pensamiento europeo del siglo XVIII, los autores también nos recuerdan que las ideas de justicia y democracia tienen raíces globales y dialogadas.
Una lectura transformadora.
Y pronto me lanzaré a descubrir Humankind: Una historia esperanzadora de Rutger Bregman. ¡Ya contaré qué tal me va con ese!
